Entrevista con Edouard Meylan, CEO H. Moser & Cie (1ª parte)

Hoy entrevistamos en Pecados Veniales a Edouard Meylan, Consejero Delegado de H. Moser & Cie una de las marcas más divertidas e interesantes del sector relojero. Bienvenido y muchas gracias por estar con nosotros.

EM: Muchas gracias por invitarme es un placer también para mí.

Edouard Meylan

PV: ¿Para todos aquellos que no te conozcan quien es Edouard Meylan?

EM: Soy el dueño y Consejero Delegado de H. Moser & Cie, una compañía relojera independiente con base en Schaffausen, Suiza, que es propiedad de mi familia.

Nací en una familia de relojeros en el Valle del Jura. Soy ingeniero con un MBA. He trabajado en el sector relojero durante unos 18 años, más o menos. Compramos Moser en 2013. Mi padre era el Consejero Delegado de Audemars Piguet, así que creí en ese mundo, es mi pasión.

PV: Has dicho que has estado prácticamente siempre relacionado con el sector relojero, es un negocio familiar, has hablado de tu padre. ¿Estás en el sector relojero porque es un negocio familiar o porque realmente  amas la relojería? ¿Cuándo te diste cuenta que te gustaban los relojes?

EM: Para ser honesto, en la actualidad mi padre es el Presidente de la compañía, mi hermano también trabaja conmigo, es el responsable de operaciones para Asia y Oriente Medio. Creo que es difícil para mí. Para ser honesto siempre hemos hablado de relojes desde que éramos niños. Era siempre un tema muy importante. Mi padre siempre nos hablaba de los desarrollos de Audemars Piguet o de Jaeger-LeCoultre anteriormente.

Los miembros de la familia Meylan

Creo que empecé a apreciar y amar la relojería más tarde, aunque me gustaban desde siempre, tengo recuerdos desde muy pequeño yendo a ver talleres y escuchando los relojes con repetición de minutos y cómo funcionaban esos mecanismos. ¿Me influyó eso para decidir hacer ingeniería micro mecánica o amaba los relojes porque fui descubriendo lo que había detrás de ellos y cómo funcionaban? Es difícil decirlo.

Mi primer trabajo fue algo completamente diferente, trabaje en consultoría e hice un MBA en finanzas y hubo un momento que fue cuando empecé a trabajar en la industria relojera y darme cuenta en que trabajaba con un producto que me apasionaba y para mí eso es lo más importante. Me acuerdo probando otras cosas en las que echaba de menos trabajar con la mecánica, diseño y desarrollar algo, tener un producto. Para mí, ese producto que sea algo que se puede entender y apreciarlo. Tanto si es puramente electrónico o no, sino entiendes lo que hay detrás no es para mí. Eso es lo que me gusta de los relojes y ese mundo. La historia, todas esas partes que trabajan de forma conjunta es algo que puedes comprender.

PV: Algo divertido es que los dos llevamos el mismo reloj en este mismo momento, pero ¿además de Moser que otros relojes te gustan o llevas?

EM: Actualmente no llevo otra cosa que no sea Moser desafortunadamente. Bueno, no desafortunadamente, porque puedo crear los relojes que me gustan. Pero bueno, mi padre trabajó para Audemars Piguet, así que tengo una colección con varios AP.

Personalmente me gusta el diseño germánico. Moser está en la frontera con Alemania. Siempre me han gustado los Nomos, Junghams, Lange & Söhne. Esas marcas muy germanas y tradicionales, donde la ingeniería es importante pero no se valora mucho. Me gustan marcas las marcas japonesas como Grand Seiko. Esas marcas me inspiran. Así que podría decir que esas son las marcas sobre las que he gravitado y me han inspirado y que he tenido. Pero hoy Moser es mi niño y es lo que llevo. Bueno y llevo un Garmin, que es una cosa completamente diferente, para hacer deporte

PV: Hablemos de la marca, cuéntanos algo de los orígenes de Moser? Es una marca suiza pero con inicios rusos.

EM: Nuestro fundador, Heinrich Moser, era suizo, nacido aquí en Schaffausen en una familia de relojeros que se ocupaban de todo tipo de relojes. Él lanzó la marca a la edad de 21 o 23 años ya que a esa edad estaba allí desarrollando su arte y se encargaba de reparar los relojes del Zar Nicolás I, pero los relojes se producían en Suiza.

Heinrich Moser

Heinrich Moser

Es cierto que el mercado ruso era muy importante para él, pero se convirtió en una marca global. Llegó a producir unos 500 mil relojes durante su vida, lo que es una cantidad muy grande.

PV: ¿Qué ocurrió con la marca entre 1979 y 2005?

EM: Una buena pregunta. Aquí tenemos un precioso museo en el Castillo de Heinrich Moser y tenemos muchos relojes de 1828, año del nacimiento de la marca e incluso de años antes, del abuelo de Heinrich Moser, pero lo primeros relojes que tenemos de la marca son de 1828 que es cuando nace. Luego tenemos relojes hasta los años 1975 o 1979 y ahí hay un pequeño lapso.

Sabemos que algunos relojes se produjeron en esa época, probablemente en Rusia, porque la empresa fue nacionalizada durante la Revolución Bolchevique en 1917. En esa época mi abuelo estaba trabajando allí, lo hemos descubierto recientemente. La marca quedó dividida en dos, Rusia y el resto del mundo.

Sabemos que algunos relojes se produjeron entre 1975 y 2005 en Rusia. En el resto del mundo pertenecía al Grupo Dixi y no hicieron prácticamente nada. Así que actualmente en nuestro museo no tenemos nada de esa época. No tenemos todos los archivos pero estamos intentando reconstruir esa etapa, por lo que no podemos decir con seguridad que no se produjo nada, pero sí que no lo tenemos nosotros.

En 2002 fue refundada por Jürgen Lange, que había sido previamente Jefe de Desarrollo de IWC, con otros empresarios y miembros de la familia Moser con la que yo trabajo actualmente desarrollando la marca.

PV: Vuestra marca en su logo dice “Very Rare Watches”, ¿Cuál es el motivo del uso de esa frase?

EM: Realmente lo que dice es “Very Rare”. Very Rare en muchos aspectos. Very Rare es nuestra base en cuanto a comunicación. Somos una marca relojera que pertenece a una familia que es algo cada vez más inusual porque cada vez quedan menos marca en manos y dirigidas por una familia.

Otro es el hecho de que somos realmente una manufactura, lo producimos todos, desde las espirales, como lo que hicimos con MB&F el año pasado. Somos los maestros en la elaboración de espirales. En este edificio producimos desde las espirales a todos los componentes de un movimiento, todo bajo un mismo techo, y eso es muy raro. Quizá somos de los pocos que bajo un mismo techo fabricamos todos, salvo aquellos que hacen uno o dos relojes aquí o allá.

Nuestra filosofía en cuanto al desarrollo del producto está orientada en cuanto a la función de los mismos. Somos muy minimalistas, eliminamos todo aquello que consideramos que no es necesario para ir a la esencia de cada función. Cuando la industria tiende a mostrar las cosas lo más complejas posibles, nosotros vamos en la dirección opuesta y eso también es poco habitual.

Y, lo último pero no por ello menos importante, la forma en que comunicamos. Nos gusta ser provocativos algunas veces, otras activistas, sin miedo a revolucionar de vez en cuando los fundamentos o lo establecido, yendo en contra de ciertos códigos o tradiciones de nuestra industria y, de nuevo, eso es bastante inusual.

Todo esto hace a Moser muy raro.

PV: Sin duda os hace diferentes del resto

EM: Es una obligación. Si eres una marca independiente y quieres crecer, evolucionar y sobrevivir, tienes que ser diferente del resto.

PV: ¿Qué crees que es lo mejor de ser independiente? Quizá hoy en día hay una falta de creatividad en los grandes grupos. Siempre decimos en otras entrevistas o cuando hablamos con coleccionistas que los independientes estáis mucho más cercanos al mercado y a los clientes. Sois muy diferentes de los grandes grupos.

EM: Lo que mantiene a los independientes es su proximidad con los clientes, esa conexión humana, las personas que están detrás de la marca con las que puedes hablar o hacerse responsables cuando hay un problema con un reloj.

Hay mucha más libertad en cuanto a creatividad, no solo en los productos, sino también, como hemos dicho antes, en la comunicación. Estamos preparados para arriesgar y ser diferentes. Reaccionamos antes. Covid19 nos ha mostrado lo ágiles que han sido las marcas independientes. Hemos pasado unos 18 meses muy difíciles casi sin problemas. Es más, las marcas independientes, como nosotros, han seguido creciendo en 2020 y eso es porque somos agiles y reactivos, arriesgándonos, tomando muchas iniciativas. Somos emprendedores y eso nos hace diferentes de los grandes grupos con su burocracia o sus procesos de toma de decisiones tan largos. Por ejemplo, nosotros, el 16 de marzo con todas las tiendas cerradas, en dos semanas pusimos en marcha nuestro “e-commerce” y dos días más tarde vendíamos nuestro primer tourbillon “on-line”. Ninguna de las marcas clásicas hubiera sido capaz de hacer eso.

PV: Hemos hablado de las grandes marcas, ¿alguna vez os han propuesto comprar H. Moser & Cie?

EM: Ha habido en varias ocasiones personas interesadas en Moser pero no es nuestro objetivo. Somos una empresa familiar de relojeros. Además ha sido siempre el sueño de mi padre, ser independiente. Así que mientras podamos nos mantendremos independientes. Ahora somos muy rentables, le hemos dado completamente la vuelta a esta empresa y por ahora tenemos los medios para invertir, crecer, abrir puntos de venta y tenemos proyecto a cinco años.

Ahora tenemos una situación muy diferente a la que teníamos hace ocho años cuando adquirimos H. Moser & Cie. En ese momento nos planteamos cuanto tiempo podíamos seguir perdiendo dinero pero, gracias a Dios, creo que hicimos un buen trabajo cambiando esa dinámica y hacerla rentable.

Queremos seguir creciendo, estamos contratando más personas. Quiero hacer de Moser una marca estable y protegerla, siendo lo suficientemente grandes para poder capear crisis y dejarla a la próxima generación.

PV: Para nuestros seguidores ¿puedes contarnos algo de vuestras colecciones?

EM: Hoy en día, no voy a hablar de algunas cosas que hemos dejado de hacer como por ejemplo el Swiss Alp Watch o de la colección Venturer. Tenemos cuatro pilares, Endeavour, Pioneer, Heritage y Streamliner.

Endeavour es lo que definimos el reloj clásico con un giro. Es el más tradicional, clásico, elegante pero siempre con algo sexy y divertido. Nos gusta jugar siempre con esos dos mundos en todas nuestras colecciones.

H. Moser & Cie Endeavour Centre Seconds

Pioneer es la puerta de entrada a la relojería independiente con un precio por debajo de los 13.000 euros. Tienes un precioso calibre manufactura, una bonita esfera ahumada de Moser, una hermeticidad hasta 120 metros. Un producto muy versátil, una especie de reloj deportivo para uso diario y funciona muy bien para Moser.

H. Moser & Cie Pioneer

Heritage, inspirados en nuestros relojes históricos, convirtiendo los relojes de bolsillo que puedes ver en nuestro museo como los relojes de piloto modernizándolos, usando los códigos de Moser como las esferas ahumadas, las cajas tridimensionales, globalight en los índices. De nuevo es un reloj antiguo pero un diseño sexy que también funciona muy bien.

H. Moser & Cie Heritage

La última, pero igual de importante, es Streamliner, el reloj que llevamos los dos, nuestro cronógrafo con brazalete de acero integrado para los relojes deportivos que lanzamos el año pasado, después de un largo proceso de diseño, para que fuera algo único y diferente y creo que lo conseguimos. Este es el cuarto pilar de las colecciones de Moser.

H. Moser & Cie Streamliner

Creo que tenemos una colección muy completa que expresa lo que es Moser y que muestra que nos somos una marca del siglo XXI sino que tenemos 193 años de historia

PV: Quizá Streamliner es una colección diferente del resto, ¿Por qué habéis elegido ese nombre y es realmente un desafío para vosotros?

EM: Ha supuesto mucho trabajo diseñarlo y encontrar el nombre. Me gusta mucho trabajar en equipo y nos costó bastante encontrar un nombre que encajara con el diseño. Cuando lo miras y lo tocas a mí me trajo recuerdos de esos trenes y coches de mediados de los años 20 y 30 en Estados Unidos que se llamaban Streamliners. Todo fluye en cuanto a diseño, es orgánico y ese nombre creo que es la mejor decisión que tomamos. Tuvimos varios nombres, pero me alegro mucho de haber elegido ese.

Es muy diferente de todo lo que hemos hecho hasta la fecha, pero sigue el mismo diseño que tenemos en lo referente al movimiento, cajas y esferas. Minimalista, las formas de los lados. Si te fijas en el brazalete con un solo eslabón, todo se basa en simplificar y ser tan funcional como sea posible. El brazalete, tu puedes sentirlo, incluso en muñecas pequeñas como la mía, sienta muy bien para una caja de 42 milímetros en el cronógrafo. Era algo que queríamos conseguir, un brazalete completamente integrado que ha sido un desafío pero queríamos algo realmente diferente que nos abra a una nueva clientela que no conocía Moser o no les atraían los diseños más clásicos.

Calibre H. Moser & Cie Streamliner Cronógrafo Automático con la masa oscilante entre el calibre y la esfera

Lo que es interesante ahora es que hay gente que está descubriendo Moser  a través de la colección Streamliner y están comprando Heritage, Pioneer o Endeavour. Ha sido un gran éxito para nosotros y nos ha permitido hacer comprender a la gente nuestra marca y descubrirla.

PV: Después de unos seis meses con mi Streamliner tengo que reconocer la suavidad del brazalete, la forma de la caja, el increíble calibre que lleva dentro con la masa oscilante entre el calibre y la esfera y los colores de la esfera. El gris era muy bonito pero este azul es precioso.

EM: Son todos los detalles. La caja en forma de cojín que es muy táctil. Me encanta tocarlo con la parte central de la palma de la mano que es donde realmente se sienten los detalles. Cuando tocas el brazalete que se siente como un reptil y todo casa de una manera conjunta, es homogéneo. Este reloj tiene el potencial para poder convertirse en 30 o 40 años en un producto icónico. Para nosotros ahora mismo tiene una gran demanda y creo que es solo el principio.

Sigue aquí leyendo la segunda parte de la entrevista: Entrevista con Edouard Meylan, CEO H. Moser & Cie 2ª Parte — Pecados Veniales

Fotos: H. Moser & Cie